El género animado está plagado de ejemplos en los cuales la narrativa es compatible tanto con el gusto adulto como el del público meta, los niños. Pero esto no significa que debamos conformarnos con historias que no aporten un granito de arena en el crecimiento y formación de los pequeños.
Las historias de Pixar siempre se han caracterizado por tener buen gusto, ser divertidas y trascender paradigmas como la muerte, la vejez, la gordura y el crecer. Pero lamentablemente no fue sino hasta Brave que se puede decir que esta empresa trató de apelar activamente al sector femenino de la población.
Por otro lado tenemos el modelo Disney, que siempre ha tenido la particularidad de que todo se siente más para niñas y les vende el esquema de que el amor sexual, la belleza y el poder son los requisitos que importan para ser feliz. Que la mujer debe ser rescatada y no hay nada extraño en el amor a primera vista.
Claro que Disney nos ha enseñado pinceladas excepcionales en donde la mujer es una devoradora de libros, que puede ser exitosa en los negocios, que no hay problema en ser rebelde y demás, pero siempre reduce el papel femenino en que los términos simplistas que para triunfar verdaderamente en la vida, el amor de un hombre es suficiente.
Tampoco estoy abogando por una visión superficial singular, en la cual le imponemos al menor que repudie al hombre o la feminidad, más bien debe existir un balance real de ideas, emociones y escenarios, porque en la hora de la verdad todos somos distintos por lo que debe proponerse un arcoiris de opciones.
Volviendo al tema de Brave (Valiente), les cuento que mis expectativas eran enormes. Por una parte teníamos los trailers, que nos mostraban a esta chica guerrera a la cual no podía importarle menos lo que pensara un chico y que simplemente quería divertirse al igual que el resto. Imágenes en pósters de chica montando caballos, con el cabello rizado y con un arco. ¿Cómo no me iba a emocionar?
Lamentablemente Pixar me defraudó. La premisa era especial, pero no le mostró el amor que requería la primera película protagonizada por una mujer. La trama nunca repuntó, se sintió como un intento a medias y que terminó engañando a todo un sector de la población. Me retiro a coser para salvar a mi madre.
Hasta este momento, la película que se llevaba el premio por ser la única que manejó de modo adecuado el tener una protagonista ha sido Mulan. Curiosamente también es de Disney.
Por fortuna pude ver la nueva película de Disney, Frozen y me sorprendí muchísimo con el cuidado que le pusieron al guión y a los detalles visuales, a la burla sobre el uso de los estereotipos que ellos mismos siempre son culpables. Al igual que Mulan, Frozen se sintió completa y no como un intento a medias.
De los aspectos más lindos de Frozen, tenemos el meticuloso trabajo de los escenarios. La nieve se veía perfecta y el palacio de Elsa se lució. Las caras de los personajes sí tenían un tinte genérico con la excepción de Anna, a quien crearon para lucir las pecas. Creo que los comentarios sexistas de parte del crew se trasladaron al trabajo final, por ahí decían que es muy difícil animar mujeres porque todas las expresiones se ven igual, yo digo dediquen más tiempo a trabajar y un poco menos a llorar.
En cuanto a la música, simplemente hay que decir que fue espectacular, desde la canción insignia que a todos los tiene hartos, hasta la triste Summer. El haber usado actores entrenados en Broadway fue un gran acierto, cuando hicieron el release de Let it go interpretado por Demi Lovato no se sintió la misma magia que la versión de Idina Menzel (o como el tarado de Travolta la llamó, Adele Dazeem)
Es cierto que la historia de Frozen está inspirada en la Reina de las Nieves del autor Hans Christian Andersen, pero no toma sus elementos importantes, que son que una niña es la heroína que salva al niño, su hermano. En este caso son dos hermanas y una de ellas gracias al error parental, deviene en desgracia.
Es importante anotar que uno de los puntos básicos de la historia es el amor fraternal, pero que gracias a las malas decisiones de unos padres, éste se ve dañado. Al aislar a Elsa e infundirle miedo, lo que lograron fue que ella creara inseguridades y un mal manejo de sus emociones. Y esto desata todo el tumulto de situaciones increíbles.
Como dije anteriormente, Disney se burla de los propios estereotipos que ayudó a crear, hay una princesa ingenua, un príncipe dispuesto, pero nadie se lo cree. Es de admirar que hayan usado el subterfugio que usaron para darle una cachetada a casi toda la lista de películas hechas por Disney.
Lamentablemente la maquinaria publicitaria aún tiene miedo de mostrar que la película tenía dos mujeres protagonistas y usaron al Renito y al hombre de nieve como la muletilla de promoción. Qué tal si se sacuden las tela de arañas y avanzamos en este campo también.
Al final no debería ser algo de admirar que salgan películas como Frozen y Mulán, e inclusive La princesa y el Sapo y Tangled, deberíamos apuntar a un futuro en donde la regla sea un mundo en el cual las niñas ya no van a crecer con el trauma del amor fantástico. Un mundo en el cual no se sientan derrotadas por no tener una pareja a los 30 años, en el cual se les de el valor que de verdad merecen por sus logros y no con quién los comparten.
Está en nosotros separarnos del encasillamiento que lamentablemente muchas generaciones han vivido, decir ya basta al celeste para niños y rosado para niñas, gritar con todas nuestras fuerzas mediante nuestras acciones, NO MÁS PRINCESAS desvalidas Y NO MÁS PRÍNCIPES románticos. Aceptando si al final del día, luego de haber dado todas las opciones posibles nos sale una princesa pero con principios o un príncipe respetuoso.
Dejemos de lado los conceptos impuestos por terceros.
En fin, esta película vale la pena tanto para niños como para adultos y en unos cuantos años cuando mi mini alien crezca no puedo esperar a verla con esta persona. En un futuro cercano sacaré una lista de películas imperdibles para ver con su mini, les advierto que la mía tiene La Tumba de las Luciérnagas.
Muy lindo post Sue, ya vi Frozen, me gustó muchísimo! Estaba sin ganas de verla por culpa de Idina Menzel y su floja presentación en los Oscar, sin embargo, tengo que admitir que en el momento que Elsa canta Let it go, toda la atención que le dieron a esta canción, tiene sentido.
increible el artículo, me ha conmovido
Voy a recomendárselo a todas mis amigas!!!