En el mundo de la televisión siempre vamos a topar con series que han estado al aire más tiempo de lo que podemos (o quisiéramos) recordar y cuyos seguidores continúan ahí más por costumbre que por interés verdadero. Es casi un idilio amoroso en el que, como audiencia, nos involucramos voluntariamente, porque muchas veces desarrollamos una relación sentimental con un show y sus protagonistas. Y esto no es raro en absoluto 🙂
Repasemos algunas series que debieron (o deberían) morir mucho antes de su final oficial, ya sea por dignidad o por respeto a su público.
Lost
El fandom de Lost es envidiable y con mucha razón estuvo en los primeros lugar de rating de audiencia en varios países por años. Sin embargo, algunos fans han admitido que Lost debió terminar después de la segunda o tercera temporada precisamente porque el encanto de la primera resultó difícil de emular en las siguientes y además, porque al ser temporadas tan largas, es emocionalmente extenuante. Tomando en cuenta que la serie se extendió a seis temporadas, las últimas fueron un poco más allá de lo creíble y esperable para la trama. Recordemos que el final de serie de Lost ha sido uno de los más controversiales por esas mismas razones.
How I met your mother
Por favor, alguien que detenga esta tortura. Con How I met your mother somos testigos de un despliegue codicioso por parte de sus productores, porque pudiendo terminarla dignamente hace una o dos temporadas, decidieron alargarla añadiendo más historias que en lugar de complementar adecuadamente las que ya existían, han rebotado entre lo absurdo y lo tedioso. No ayuda en absoluto esa insultante repetición de chistes cajoneros, incluso, arruinando los pocos chistes buenos que quedaban. Está en el aire actualmente la novena y última temporada, que no es más que una triste sombra de lo que alguna vez fue una estupenda comedia.
24
La pregunta es ¿alguien veía 24? ¡Es broma! (o no) Esta serie siempre contó con apreciaciones positivas por parte de la crítica, es considerada por algunos como una joya de la televisión y, cómo no, la redención de Kiefer Sutherland. En la contraparte, después de una magnífica primera temporada, a Jack Bauer solo le faltó volar para convertirse en un poco creíble salvador del mundo. No podemos negar que este tipo de drama político y de acción es muy apreciado por la audiencia en general, sin embargo, tampoco daba para tanto (¡¡ocho temporadas!!) con muchas exageraciones tanto del protagonista como del argumento. El año pasado se confirmó la producción de 24: Live Another Day, una continuación a la temporada 8. Creo que no podemos esperar que se trate de algo novedoso.
Heroes
Duele un poco que una idea con tantísimo potencial terminara desplomándose tan pronto. La primera temporada tuvo mucha aceptación pero el final coincidió con la famosa huelga de escritores entre 2007-2008 donde muchas producciones se vieron afectadas y Heroes no fue la excepción. Después de esa pausa, los guionistas simplemente no pudieron sostener una historia tan fantástica y al recurrir a medidas desesperadas lo único que consiguieron fue arruinarla, ni siquiera pudieron rescatarla a mitad de la cuarta temporada, cuando parecía que estaba repuntando. Tal vez debieron quedarse con la primera y dejarla ir a tiempo.
True Blood
True Blood es un buen ejemplo de cómo una serie empieza con el pie derecho como la opción más novedosa, escalando rápidamente tanto en historia como en fanaticada y ratings. Aunque ayuda bastante que cada temporada conste de 12 episodios (algunas, menos de eso) actualmente se espera el inicio de la sétima (y final) de sus temporadas y para algunos seguidores, ya eran suficientes con la sexta, pues tuvo un final memorable. Imagino que los fans más leales estarán cruzando los dedos para que la producción no destroce a último minuto el buen recuerdo de su serie favorita.
Homeland
No daré muchos detalles sobre Homeland, sin embargo, considero que el final de serie debió ser el final de la tercera temporada. No veo cómo o qué podría traer la cuarta temporada para resucitar esa emoción que muchos experimentamos durante las primeras dos temporadas y temo que se convierta en un bodrio predecible como muchas otras series que iniciaron con tantísimo éxito y terminaron siendo lo contrario. Homeland llegó a ser mi #1, y por más que quisiera creer que puede sorprenderme de nuevo, prefiero mantener mis expectativas bajas por el momento.
The Walking Dead
El problema con The Walking Dead es que está siendo repetitiva. Temporada tras temporada sucede un evento que nos manda al borde del sillón seguido de lapsos en los que realmente no sucede mucho. Eso agregado a la paulatina eliminación de personajes fuertes cuya ausencia resulta difícil de compensar. Quizá en el cómic eso no es un problema, pero en una adaptación para la tele el grandísimo reto es mantener el interés del público. ¿En qué podría terminar una serie de la que ya sabemos demasiado como para siquiera considerar que suceda algo innovador que cambie el destino de sus protagonistas? TWD merece un final digno y creo que eso debería suceder pronto, antes de que sea demasiado tarde.
Grey’s Anatomy
No puedo creer que Grey’s Anatomy siga al aire, diez temporadas son demasiadas para cualquier serie aunque podemos decir que esta es una telenovela. Como cualquier culebrón de esa categoría, su principal gancho es el drama lacrimógeno y a pesar de los múltiples fallecimientos de personajes viejos, nuevos y sacados de la manga, continúa inamovible en la franja estelar. Es difícil determinar en cuál temporada debió terminarse Grey’s Anatomy, podría ser en el momento que el Dr. McDreamy salió de escena o cuando los seguidores de la serie dejaron de amar a Meredith Grey y empezaron a odiarla.
Dexter
Ya antes hemos hablado de Dexter y de la tristeza que venían sintiendo sus fans desde aproximadamente la quinta temporada. Ojalá alguien le hubiera dicho a los guionistas que la solución no estaba en meter más personajes, tampoco en darle vuelta a historias de manera innecesaria y mucho menos en las ideas insólitas que decidieron aplicar en el final de la serie. Dexter debió irse por la buena, mucho antes de que todo eso pasara, por amor a su personaje principal y por amor a sus seguidores.
Mención aparte merecen las series que perdieron a su protagonista y provocaron tal nostalgia y desencanto entre sus fans que nada volvió a ser lo mismo. Scrubs: quizá dejó de ser graciosa alrededor de la tercera temporada pero la salida de prácticamente todos los personajes principales hacia la novena temporada fue la estocada final. The Office: puedo dar fe de lo mucho que sufrí cuando Steve Carell se fue de The Office. A pesar de eso, fui fiel hasta el final pero cualquiera que haya visto y seguido esta maravillosa producción estará de acuerdo conmigo en que nadie pudo igualar a Michael Scott. Two and a half men: Debió terminar con la salida de Charlie Sheen, todo lo que ha pasado en el show desde entonces raya entre lo patético y lo torpe. Ashton Kutcher es el esfuerzo exagerado por prolongar un final que ya es necesario. The Fresh Prince of Bel-Air: Cuando cambiaron a la tía Vivian fuimos muchos los indignados, pero seamos realistas, Will Smith siempre fue suficiente razón para seguir amando esta serie.
Dos series que debieron terminar mucho antes de lo que lo terminaron fueron Alias y X-Files
Ambas son de mis series favoritas por mucho. Alias desde la primera temporada nos pinta una mezcla de James Bond con elementos místicos bastante interesantes. La serie era excelente y se mantuvo así por la segunda temporada. La tercera ya mostraba debilidad, y tuvo arcos de historia bien flojos, pero al menos seguía algunas ideas, pero ya la 4 y 5 si que fueron una tristeza.
X-Files es parecida. Mucha gente dice que debió terminar cuando entro el agente Dogget, pero la verdad es que Dogget no estuvo tan mal. No fue el que Mulder se fuera, es que ya el asunto estaba agotado.
X-files debió terminar con la revelación del plan de los Invasores y la muerte del Sindicato, y hacer entender lo que de todas formas entendimos al final de la novena temporada, que no se pueden vencer estas conspiraciones tan complejas y antiguas.
Cierto Alvaro! Alias fue otra decepción en su momento, y recuerdo bien que a X-Files se le criticaba lo de Dogget. Yo también pienso que cuando algo se agotó, es difícil de recuperar.
Con Lost creo que es más el final controversial, que el que haya durado tantas temporadas, o tal vez es que a mi me gustan las series emocionalmente extenuantes.
Con TWD no estoy de acuerdo, es una serie con potencial que podría seguir varias temporadas más, pero sí ocupa un cambio de rumbo o un giro inesperado en la historia.
Agregaría a Smallville, que en mi opinión es la que debería encabezar esta lista.
Gracias Nana, estuve a punto de incluir a Smallville, no lo hice porque estaba segurísima que muchas personas iban a recordarla por eso jaja 🙂