Pasó el 2013 y el mundo sigue igual, sin embargo, aunque no fue el fin del mundo, ciertamente fue un año de cierre para muchos ciclos e historias televisivas. Creo que no son muchos los años que poseen un conteo de muertes importantes en la pantalla chica tan alto como el que estamos prontos a dejar atrás.
Considero que es apropiado rendir homenaje a estos personajes, algunos de los cuales nos acompañaron por muchas temporadas, nos queda brindar por ellos y esperar que el 2014 nos depare más y mejores historias.
Antes de comenzar a reabrir heridas, creo que es importante destacar que debido a su naturaleza, este es el post más cargado de *spoilers* posible.
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Game of Thrones
La Boda Roja: A esta escena particular prácticamente le debemos la existencia de la serie A Game of Thrones, pues desde el momento en que la leyeron en los libros, los creadores –David Benioff y D. B. Weiss– soñaron con llevarla a la pantalla, fue su motor. Aunque muchos ya sabían lo que iba a pasar, la famosa boda definitivamente dejó una cicatriz profunda en los televidentes. Por otro lado, además de acabar con las esperanzas que teníamos puestas en la casa Stark, el 2013 fue un año duro en Westeros, con la muerte de Jeor Mormont, Ros, la pérdida de la mano de Jamie, la tortura de Theon, lo que parece el final de la relación de Jon e Ygritte…
Breaking Bad
Este año se terminó el imperio del hombre del sombrero, no sin antes dejarnos sin respiración con uno de los finales de serie más intensos. De todas las muertes de Breaking Bad, la de su cuñado es definitivamente la más dura, en una escena cargada con emociones tan fuertes que no hacen falta las palabras. Y no olvidemos a su mejor amigo, Steven “Gommie” Gomez, quien lo acompañó a lo largo de las cinco temporadas y se convirtió en un rostro familiar durante todo ese periodo. También se acabaron las teorías, pues se acabó la vida de Walt, quien a pesar de que era una persona despreciable, logró irse con algo de gloria y tuvo, incluso, su momento de redención. Bye Baby Blue.
The Walkind Dead
En el desfile de muertos que es The Walking Dead, durante el 2013 se destacaron las muertes de varios personajes clave. El año comenzó con el final de Merle Dixon, aquel hermano pródigo que creíamos muerto. También fue el momento de decir adiós a Andrea, un personaje cuya trama fue perdiendo todo su encanto hasta quedar en nada. La más cruenta despedida fue en el último periodo del año, cuando tuvimos que presenciar un cruel asesinato que nos dejó perplejos -aunque se veía venir- porque perdimos al papá/veterinario/doctor favorito, el señor más adorable: Hershel Greene, a manos de The Governor, quien también, encontró su final este 2013 -ya era hora si me preguntan a mí.
Dexter
Dexter, no quiero empezar a hablar de Dexter, porque conforme pasa el tiempo me enojo más. Pero como fue parte de mi entretenimiento por muchos años, no puedo dejar que la muerte de Debra, la oficial con la boca más sucia de Miami, pase sin una mención en una lista como esta.
Revenge
En Revenge tuvimos varias bajas, principalmente en la primera parte del año. Entre las muertes más destacadas, nos vimos obligados a despedir a Amanda “Fauxmanda” Clarke, lo que reavivó por completo los deseos de venganza de Emily. Y poco después de la partida de Amanda, llegó el momento de despedirnos -innecesariamente- de Declan Porter y de su bebé nonato, a quien también nos arrebataron sin un buen motivo.
Sons of Anarchy
Tengo que aceptar que no soy fanática de Sons of Anarchy, intenté verla y no me atrapó, así que pasé el canal. A pesar de esto estoy algo familiarizada con la trama y sé que en su penúltima temporada, la serie despidió a dos de sus personajes principales, en primer lugar Clay (Ron Pearlman), quien al parecer recibió lo que merecía. En segundo lugar llegó el final para Tara, la esposa de Jax (Charlie Hunnam) y les tengo que confesar que para poder escribir esto vi la escena y consideré darle una segunda oportunidad a esta serie, pues al parecer fue un excelente final de temporada y me dio la impresión de que los personajes sí han evolucionado.
Homeland
A pesar de las muchas recomendaciones, aún no estoy convencida de ver Homeland, no sé si es por rebeldía. En todo caso, es difícil librarse de los “spoilers” y cuando muere un personaje principal en una serie, las noticias vuelan. Con la muerte de Nicholas Brody se cierra un ciclo en este drama de Showtime, queda por ver si logran utilizar este suceso para beneficio de la trama.
Doctor Who
Si bien es una regeneración y no una muerte, cada reencarnación del doctor deja su huella personal y por ello es triste decir adiós a Matt Smith como el 11th Doctor.
The Americans
No muchas personas ven The Americans -aún- pero esta serie sobre espías rusos durante la Guerra Fría tiene gran potencial y esto es en parte porque los escritores son atrevidos y no muestran temor ante las posibles reacciones del público, algo que muchas veces limita la trama de muchas series -Dexter. El agente Chris Amador, un personaje bien construido y carismático, termina siendo el daño colateral de la relación de interés de Phillip con Martha. Su muerte, además prepara el terreno para la muerte de Gregory Thomas, quien fiel a sus principios hasta el final, prefiere irse en un épico enfrentamiento con la policía antes que huir a Moscow.
The Big C
Cathy Jamison vio su vida cambiar por un diagnóstico de cáncer -como Walter White, pero con decisiones más saludables- así que más o menos desde el principio, podíamos ajustar nuestras expectativas. A pesar de esto y pasando por una montaña rusa de emociones, The Big C tuvo uno de los finales de serie más conmovedores, con la inevitable muerte de su protagonista.
Glee
La vida de este personaje terminó debido a la trágica muerte Cory Monteith, el actor. Si bien no estoy de acuerdo con que utilicen un dolor real para promover un programa de televisión, comprendo que es una manera de rendir homenaje al actor y a sus seres queridos.
No era mi intención cerrar el año en una nota tan amarga, pero a veces esto nos ayuda a recordar las bendiciones con las que contamos en este momento preciso y todos los días.
¡Feliz Año Nuevo!