Cumberbitches, ¡creced! Hay tantas cosas geniales de esta serie, que si no la ha visto le puedo dar tres razones para que vaya vea el primer episodio y luego regrese a leer: Sus creadores, Mark Gatiss y Steven Moffat son escritores de Doctor Who. Los personajes principales son interpretados por dos grandes actores de Gran Bretaña, Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, que han ido ganando cada día más reconocimiento. Y además, es la representación actual de las novelas de Sir Arthur Conan Doyle (Sherlock tiene una web y Watson es un famoso bloguero).
Sherlock está compuesta por dos temporadas de tres capítulos de 90 minutos cada uno, y una tercera temporada a estrenarse el 1° de enero. Sus creadores, grandes fans de las series ambientadas en Londres, de Sherlock Holmes y de la escritura victoriana, ambientaron este mítico personaje en el siglo XXI. Los dispositivos electrónicos influyen mucho a la hora de resolver los casos pero no de una manera en que los personajes se les facilite o “hagan trampa” sino de una forma natural como si los personajes hubieran nacido desde el principio en nuestra era.
Benedict Cumberbatch, quien ya había trabajado con los creadores en otra ocasión, es un actor con una facilidad para representar personajes excéntricos y hasta cierto punto victorianos. En cuanto al Dr. Watson (Martin Freeman), es un doctor que estuvo en la guerra en Afghanistan y regresa para pronto encontrarse como “la dupla” de este detective freelancer que ayuda a la Policía Metropolitana; que aunque es todo lo opuesto a Sherlock no quiere decir que no aporte en la solución de los crímenes.
Su guión es impecable, ya que el hilo narrativo construye muy bien el caso evitando caer en lo predecible antes de tiempo. Poco a poco va incorporando los personajes clásicos de las novelas hasta llegar a uno de mis personajes favoritos, Irene Adler, en el episodio “A Scandal in Belgravia”, ya que es una de las personas que no se intimidan por Sherlock y que este no logra descifrar. Ver como este enloquece y se obsesiona por esto es maravilloso. Incluso la forma como se presenta al archienemigo, dan ganas de tener un fin de semana para verla una y otra vez.
Desde el inicio, la serie ha recibido excelentes críticas, convirtiéndose pronto en una serie de culto logrando hacer toda una movida social en Inglaterra en moda (los abrigos, bufandas y zapatos de Sherlock), convirtiendo las locaciones en grandes puntos de interés, por ejemplo Baker Street como viendo como las seguidoras de Cumberbatch se auto proclamaron “Cumberbitches”.
Y aunque queda un mes para el estreno de la tercera temporada, aún puede ponerse al día y hacer algunas apuestas sobre como van a resolver los asuntos pendientes que quedaron del episodio “The Reichenbach Fall”.
Redactora Invitada: Mile Soto
Archienemiga del tomate, amiga imaginaria de Tina Fey. Disfruta los maratones de todas las series que sean posibles y todas sus referencias de vida son de Friends.
Que miedo Irene Adler LA mujer !!
Ya la vi. Moriarty me pareció meh, la introducción se me hizo predecible. Por otro lado me encantó Irene Adler. Muy cool el personaje.