Mañana sale a la venta The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, la secuela de A Link to the Past, uno de los más reconocidos juegos de la franquicia The Legend of Zelda, el cual es tan bueno que siempre se encuentra en las listas de los mejores juegos. Ya que no puedo controlar mi emoción, quise enfocar mis energías en recordar este clásico.
Mi primer encuentro con la serie de Zelda y el que despertó mi amor por los video juegos, fue Ocarina of Time para Nintendo 64. Un tiempo después tuve la oportunidad de jugar A Link to the Past, cuando fue relanzado para Game Boy Advance. Tomando en cuenta que Ocarina of Time es sencillamente excelente y ya estaba acostumbrada a gráficos más elaborados, inicialmente pensé que no me iba a gustar, pero estaba muy equivocada.
A Link to the Past cambió para siempre lo que sería la franquicia y realmente Ocarina of Time tiene mucho que agradecerle. Es una aventura sin igual, un clásico tan divertido de jugar ahora, como lo fue hace 22 años cuando salió por primera vez. Es sencillo pero captura completamente al jugador.
La historia es simple: la princesa Zelda contacta a Link telepáticamente y le pide su ayuda, pues ha sido secuestrada por un mago, Agahnim, que planea utilizarla en un ritual para liberar a Ganon -el principal antagonista en los juegos de Zelda- quien está atrapado en el reino oscuro. Link, desobedeciendo las instrucciones de su tío, decide ir a los calabozos del castillo, desencadenando así la historia.
Tiene lugar en mundo muy grande y con muchos parajes distintos, el cual además, tiene una contraparte “oscura.” Para lograr ganar es necesario hacer distintas cosas en ambos mundos. Actualmente estamos muy acostumbrados a este tipo de “twist” pero en su momento este juego definió la estructura en la que funcionarían muchos sucesores.
Al igual que las primeras entregas de Zelda, está cargado de diferentes acertijos que hay resolver para poder continuar y también es necesario ir recolectando algunos ítems en el camino, como arco, búmeran y bombas. Sin embargo, este juego añadió también otras herramientas sin las cuales simplemente no podríamos imaginar el universo de The Legend of Zelda, como el hookshot, las botellas que permiten a Link cargar pociones o atrapar haditas y la más importante de todas ¡la Master Sword!
En cuanto a la música, si bien el rey en este campo es evidentemente Ocarina of Time, en este juego se introdujeron muchas melodías hermosas, algunas de las cuáles aún permanecen, como la de la aldea Kakariko o la de las fuentes de hadas.
Los juegos de Zelda son criticados por ser predecibles y seguir una receta, pero nadie puede negar que están impecablemente desarrollados y ese es su verdadero valor. Zelda es el gran mimado de Nintendo, tiene un equipo completamente dedicado y ese esfuerzo se hace evidente con cada entrega, los juegos siempre aprovechan al máximo las cualidades de la consola para la que están hechos y esto hace que la aventura sea única. Además, las historias siempre son mágicas e interesantes.
No he querido leer reseñas de A Link Between Worlds aún, porque no quiero arruinarme nada, pero sobra decir que mis expectativas son bastante altas, después de todo viene con unos zapatos muy grandes qué llenar.
Excelente post Link to the Past no es solo un clásico sino uno de los mejores juegos hasta la demuestra que no importan los gráficos, no importan las maquinas, sino la manera en que se cuenta la historia y como este simple juego cambio el mundo.
A Link to the Past fue excelente en realidad, pero no fue el primero en introducir la Master Sword o las botellas, que ya existían desde Zelda 2 en NES. Y me parece que un dedazo, pero A LInk to the Past no definió a sus predecesores, sino a sus sucesores.
Hola! Muchas gracias por señalar mi dedazo, ya hice la corrección 🙂 En cuanto a la espada, tengo entendido que la Master Sword como la conocemos ahora, la cual en teoría fue forjada en Skyward Sword, sí hizo su debut en este juego. En los anteriores Link tenía una muy parecida, pero sin la mitología que suele girar entorno a la Master.
Prueba.