Por Diego Barracuda
Del boca en boca la gente se entera de cosas. A veces, entre tanta repetición, el mensaje se distorsiona hasta terminar pareciendo absurdo. Por ejemplo: que un hombre se sienta todos los días en la última mesa de una típica cafetería americana, y al conversar con él, te puede cumplir lo que querás.
La gente duda si es verdad ¿Pero qué pierden con intentarlo? Y van a buscar al hombre.
“I hear the pastrami sandwich is really good here”
Al escuchar la clave, el hombre los invita a sentarse y pregunta en qué les puede ayudar. Es un viejo por encima de los sesenta años, canoso y barba de varios días. Suele estar acompañado por un café, una libreta vieja y un lapicero. Él explicará que no es un ser mágico que cumple deseos, sin embargo, favorece oportunidades para que la gente logre cosas. Cualquier cosa. Entonces la gente pide curar a un ser querido de una enfermedad, ser más bonita, o encontrar el amor de su vida. Y él les dirá que es posible, pero a cambio, tendrán que hacer un trato. Y ese trato podría poner a prueba su moral: detonar una bomba, robar un banco o incluso matar a un niño.
¿Qué estás dispuesto a hacer a cambio de eso que tanto anhelás?
Bajo esta premisa parte la fabulosa miniserie llamada “The Booth at the end”, escrita y dirigida por Christopher Kubasik y estrenada en el 2010 en FX exclusivamente para web. Hasta el momento posee dos temporadas con cinco capítulos de veinte minutos cada una.
Xander Berkeley interpreta magistralmente al misterioso hombre en la mesa del fondo y toda la serie transcurre en la cafetería. Parte del arreglo incluye que las personas deben visitarlo periódicamente y contarle toda la evolución de su parte del trato. A partir de esos diálogos, la serie nos invita a visualizar mentalmente el proceso de cada uno de los “clientes” que lo visitan, tratar de entender sus miedos y qué los impulsa a concluir el trato, a pesar de las consecuencias.
“The Booth at the end” es una obra maestra que lamentablemente ha pasado desapercibida por falta de publicidad, pero sigue en línea. Se puede ver en HULU (ver Private Tunnel) o en su sitio de descarga de preferencia.
No sabía nada de esta serie, me parece excelente la recomendación. Suena muy esotérica y ese actor lamentablemente lo usan poco.