Melissa Joan Hart es un innegable símbolo de los noventas. De hecho, fue la reina de Nickelodeon durante un largo periodo, que comenzó con “Clarissa lo explica todo”, y siguió con “Sabrina, la bruja adolescente”. Estas series fueron parte de una “época dorada” en Nickelodeon, una época en la que podíamos pasar horas sin cambiar el canal, mientras nos deleitábamos viendo La vida moderna de Rocko, Los Castores Cascarrabias, Ren y Stimpy, ¡Hey Arnold!, ¿Le temes a la oscuridad?, ¡Aaahh Monstruos de Verdad! y muchas, muchas otras series increíbles.
“Clarissa lo explica todo” estaba bien, pero “Sabrina, la bruja adolescente” lo superaba por varios motivos. En primer lugar, como toda bruja, Sabrina Spellman tenía un gato negro, Salem, que realmente era un hechicero megalómano atrapado en un cuerpo de gato… básicamente como todos los gatos, sólo que éste podía hablar -se veía muy falso, pero era parte del encanto.
Por otro lado, era una bruja y sus poderes aparecieron espontáneamente en su adolescencia -como los poderes mutantes en X-Men- lo cual alimentaba esa ilusión infantil de que, eventualmente, también mis poderes podían expresarse. Para poner la cereza en el pastel, tenía una tía que se llamaba Zelda ¡Como la princesa! Y creo que eso es más que suficiente para dejar claro mi punto.
Sabrina combinaba muy bien sus dos mundos, pues además de ser una bruja, cumplía con su cuota de clichés adolescentes, al menos durante sus primeras temporadas, por ejemplo: una mejor amiga ultra fiel (primero Jenny, después Valerie), una “frenemy” Libby y un interés amoroso, que era además el muchacho guapo-deportista-popular, Harvey.
La serie tenía constantes referencias culturales de su década, desde la ropa y los accesorios hasta la música que Sabrina escuchaba. De hecho muchas bandas y cantantes populares de la época como Britney Spears, Avril Lavigne, Backstreet Boys, Savage Garden, ‘N Sync, Aaron Carter, Ashanti Douglas, Hanson, entre otros, aparecieron en cameos en el show.
Además, perteneció a lo que me gusta llamar la “década de las brujas”, un tema recurrente tanto en el cine como en la televisión de los años noventa, con ejemplos como The Witches, Charmed, Hocus Pocus, Practical Magic… Se puede decir que las brujas fueron los vampiros de los noventas.
Gran parte del encanto estaba en que Sabrina y sus tías eran brujas de la vieja escuela, o sea, dependían de un libro de hechizos y usaban pociones y calderos. Eran, además, bastante torpes, así que normalmente algo salía mal, como cuando Sabrina transformó a Libby en una piña.
Para terminar con esta nostalgia noventera, quiero decir que era un show muy inocente y adorable, con moralejas dentro de cada episodio. La serie duró en total siete temporadas, desde 1996 hasta el 2003 y la trama sufrió muchos cambios, algunos confusos, lo cual es natural cuando una actriz principal crece y la audiencia también -de hecho yo nunca vi las temporadas finales. A pesar de esto, Sabrina siempre será recordada con cariño por mi niña/preadolescente interior.
además de esas yo diría que la mejor de todas fue la movie The Craft
Yo quería ser Fairuza
<img src="http://cdn2.geeknation.com/geek/wp-content/uploads/thecraft.jpg" alt="Culos malos">
Es cierto! Buenísima!
Me encantaba esa serie !!