Cuando Big Love salió al aire en el año 2006, los ejecutivos de HBO posiblemente ya habían estimado el riesgo que representaba la difusión de una serie que giraba alrededor de una familia mormona fundamentalista polígama. Naturalmente, ese riesgo podía verse reproducido en el éxito de la misma porque en definitiva la receta televisiva de la familia como lugar común no era la oferta en este caso. Yo seguí Big Love con curiosidad y satisfacción, la historia era lo suficientemente interesante para atraparme desde el primer episodio.
Pero, ¿de qué se trataba Big Love y porqué sacudió a los críticos? Por supuesto que la poligamia jugó un papel primordial, pero más allá de eso, Big Love (apadrinada por Tom Hanks) se revolvía en temas políticos, religiosos, sociales y morales. En otras palabras, era común en algunos episodios que uno “olvidara” la idea central de la serie: Bill, Barb, Nicki y Margene Henrickson.
Un detalle elemental que siempre me llamó la atención de Big Love, es la intro de la serie como metáfora de coexistencia. Para las primeras tres temporadas, donde el reforzamiento del núcleo familiar era un tema recurrente, Bill y sus esposas patinan sobre hielo con God only knows de Beach Boys al fondo. No es casualidad el orden en que Bill abraza a cada una amorosamente y cómo las encuentra después de que se sueltan de las manos al quebrarse el hielo.
Para las temporadas 4 y 5, se cambió el tema principal a Home de Engineers y muy en el tono dramático de la canción, los Henrickson caen en un vacío, sus gestos van de la desesperación a la tristeza y aunque intentan tomarse de las manos nunca vemos qué sucede. Simbolismo acertado que refleja el deterioro emocional que sufren hacia el final de la serie y al desgaste que afecta su relación por momentos.
La construcción psicológica de los personajes estelares me parece lúcida y considero que cada uno complementó muy acertadamente a los demás:
Bill (Bill Paxton): Nació en una comunidad mormona que practica el matrimonio plural. Es esposo de tres mujeres y padre de ocho hijos. Bill se dedica al negocio de ferretería, más adelante en la serie se postula como Senador para el estado de Utah y cuando gana revela públicamente su condición de polígamo lo cual le trae graves problemas legales con la comunidad mormona.
Barb (Jeanne Tripplehorn): Conoció a Bill en la universidad. Es la primera esposa y también la “oficial” para los actos públicos a los que Bill debe asistir acompañado. Cuando Barb se enferma y queda inhabilitada para volver a concebir, Bill le propone practicar el matrimonio polígamo. Ella acepta porque lo ama. Sus hermanas-esposa la ven con respeto, pues además de ser la mayor también es la figura materna de la familia.
Nicki (Chlöe Sevigny): Nicki llegó a la familia como enfermera de Barb y la ayudó a superar un cáncer de útero. Abandonó la secta donde creció para casarse con Bill. Siendo además hija del profeta de la misma, constituye un reto constante para ella no tomar un bando. Es la más conservadora, lo cual se nota tanto en su manera de vestir como en su manera de ver las cosas. Es temperamental y muchas veces envidiosa.
Margene (Ginnifer Goodwin): La más joven de las esposas, solía ser la niñera de los hijos de Barb y Nicki hasta que eventualmente se casó con Bill (¡a los 16 años!) Margene ama a sus hermanas-esposa y la ilusiona el hecho de estar unida a ellas y a Bill para toda la eternidad. A pesar de actuar la mayoría de las veces con inocencia, su juventud se traduce en impulsividad por lo que a menudo sorprende a los demás con sus ideas “modernas”
La cadena HBO canceló Big Love en el año 2011, después de 53 episodios y 5 temporadas, y la razón es la más común de todas: bajos ratings. Es importante mencionar que a lo largo de los años que estuvo al aire, los productores también tuvieron que lidiar con múltiples quejas presentadas por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuya principal preocupación eran los estereotipos y desinformación que la serie (a su parecer) estaba mostrando a la audiencia respecto a las costumbres de su comunidad. Sin embargo, en todas las temporadas quedaba muy claro que los Henrickson procuraban mantener oculto su estilo de vida ante sus vecinos mormones ya que la poligamia es oficialmente ilegal en esta congregación desde 1890.
El final de Big Love fue, a mi parecer, precipitado pero comprensible dada la cancelación; simplemente era el momento adecuado y HBO siempre ha sabido mantener la dignidad de una serie matándola justo a tiempo. Ahora como entonces, estimo rescatable el intento de llevar a la televisión una historia tan complicada y con tantas perspectivas. Al fin y al cabo, no es sencillo encontrar una serie que critique de manera tan abierta y sagaz la hipocresía moral y religiosa de la sociedad moderna.
Una serie que se subvaloro mucho es una lastima era realmente buena y con unos personajes geniales