Redactora invitada: Priscilla Castro
The Office llegó a mí de la manera más sin gracia posible. Andaba en búsqueda de una serie “light”, con una duración de 20 minutos para pasar el rato. Pero The Office no me llamaba la atención, recuerdo vagamente que en su momento dio mucho de qué hablar, pero más allá de eso, no me hacía sentir nada. Después de no encontrar opciones, me metí a Netflix y pensé: Le voy a dar 5 episodios «a ver qué tal»
Hay algo tan especial en esta serie, que desde el primer episodio uno lo puede percibir, aunque no es tan fácil de explicar. Creo que todo está en los pequeños detalles. Como tan hermosamente lo declara Pam en el capítulo final de la serie:
I think an ordinary paper company like Dunder-Mifflin was a great subject for a documentary. There’s a lot of beauty in ordinary things. Isn’t that kind of the point?
The Office es un ejemplo de que no se necesita una locación impresionante, efectos especiales o un vestuario elegante, para crear televisión de alta calidad. El secreto está en los personajes y en la pasión por contar historias a través de ellos. El factor humano en cada uno de ellos es inigualable y tan bien trabajado, que todos quienes seguimos la serie nos hemos sentido identificados.
Es todo esto y la suma de otras pequeñas grandes cosas, lo que hace de The Office una serie que todos tenemos que ver. Especialmente si usted trabaja en un ambiente de oficina. Les aseguro, que todos tenemos a menos de 5 metros de distancia un Kevin/Meredith/Creed/Angela/Oscar/Phyllis/Stanley.
Mis favoritos:
Michael –That’s what she said– Scott
No hay nadie como él en este mundo. Es un gusto adquirido, pero una vez que se asimila, se le ama para siempre. Los que han visto la serie me entienden, realmente es inexplicable. Lo mejor de todo es la profundidad del personaje, detrás de esa máscara de ridiculez y locura se esconde un hombre noble, sensible y solitario que al final del día lo único que busca es amor.
A pesar de lo amable que es Michael con todos en la oficina, no podemos ignorar su rivalidad con Toby.
La relación entre Dwight y Jim
Honestamente, no hay nada más adorable. Lo digo porque después de 8 temporadas de verlos pelear y ver como Jim logra exasperar a Dwight de todas las maneras posibles, nace una excelente amistad pero sobre todo un gran cariño y respeto entre ambos.
Jim y Pam
Su química, atracción y después amor se evidencia en el primer capítulo de la serie y se desplaza durante 9 temporadas llenas de miradas, miedos, confusión y altibajos pero sobre todo, altos muy altos. Sin caer en lo cliché y aburrido, los creadores lograron construir una relación muy honesta pero sobre todo muy humana. Todas queremos ser la Pam de un Jim. La que diga que no, está mintiendo.
El resto de personajes
Desde los gatos de Angela, la decadente Meredith, la vida sentimental de Oscar, hasta la mala actitud de Stanley y la locura de Kelly, cada uno aporta algo único y especial.
En conclusión, lo que a simple vista es un «mockumentary« que documenta el día a día de una oficina cualquiera, se convierte en un espacio para mostrar nuestra humanidad. Convivir tanto tiempo con el mismo grupo de personas no es fácil, pero a pesar de los miles de defectos y peculiaridades de cada uno, The Office logró mostrarnos que detrás de eso se puede crear una nueva familia que se apoya, que lucha, que pelea, que sube y que baja, pero que sobre todo, se quiere con el alma.
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