Esa imagen marca el tono de toda la serie. Un reflejo super exagerado de la furia adolescente, en donde convergen elementos familiares que parecieran inspirados por Trainspotting. Pero el programa no se queda solamente en exageraciones y sensacionalismo, en mi opinión se explota el drama, las estupideces que uno comete en esas épocas y de este modo proyecta un estudio profundo de desarrollo de personajes, que muchos shows deberían envidiar.
Los temas que abarcan no se limitan a la típica situación de amor y desamor, llevan la experiencia un paso más allá al presentarnos problemas como la anorexia, intolerancia religiosa, enfermedades de transmisión sexual, abuso de drogas, de una manera bastante cruda. El televidente está destinado a tener momentos en donde todo lo que pasa debe chocarle, puesto que quienes lo están viviendo al otro lado, son chiquillos que no saben nada, que se supone deberían ser inocentes, pero casi que son el engendro de satanás. O al menos eso pensaría un adulto cuadrado.
En mi caso, me relaciono mucho con esos chicos, no fui tan loca como ellos pero ante los ojos del adulto promedio creo que también era medio engendro del demonio. La gente tiende a generalizar y despojar de sentimientos humanos a los adolescentes y sus reacciones, no entienden más bien que todo ello se da por exceso de sentimientos y sensaciones.
En fin, mi favorita es la primera temporada (forever Chris) y en especial los personajes de Chris, Sid, Cassie y Tony. Cada uno de ellos aporta un aspecto clave para la serie, aunque en general todo el cast es genial. Posibles Spoilers, cuidado!
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