Now the rains weep o’er his hall,
and not a soul to hear
Tywin Lannister lo hizo de nuevo. Ahora es Winterfell quien sufre las consecuencias de enfrentar a este hombre sin corazón. El único consuelo es que, a diferencia de lo sucedido con los Reyne de Castamere, el norte no olvida (lo siento, el drama se ha apoderado de mí desde el domingo).
Todo en esta vida es cuestión de gustos, sin embargo, pese a lo grotesco que la escena puede parecer y lo que puede costarnos digerirla, creo que HBO nos regaló uno de los mejores eventos televisivos en mucho tiempo.
Game of Thrones me atrapó desde el momento en que Jaime Lannister -el Prince Charming, como lo llamaba cuando no lograba retener la amalgama de nombres y apellidos- empuja a un niño de 10 años por una ventana. Para este momento he leído los libros y revisado A Wiki of Ice and Fire una y otra vez en busca de nuevos detalles, así que se puede decir, que sí, soy fan de A song of Ice and Fire.
Todo este preámbulo es para dejar en claro que la famosa Red Wedding, a mi parecer, cumplió absolutamente con todas las expectativas, agregando además el elemento de la muerte de Lady Talisa, esposa de Robb y de su pequeño bebé nonato (nota mental: nunca nombrar a un hijo Eddard).
The Rains of Castamere nos deja fríos, enojados, tristes, con un gran vacío en el estómago y en muchos casos preguntándonos ¿Qué acabo de ver? Y digo ¡Eso es buena televisión! En palabras del mismo George R.R. Martin, si nuestros personajes amados mueren y lo que hacemos es servirnos otro tazón de palomitas de maíz, alguien no hizo bien su trabajo.
Ahora, muchos critican que este autor simplemente mata a sus personajes principales para causarnos impacto. Esto no es así. Esta saga intenta ser verosímil (si han leído cosas de la Edad Media, pueden ver como peores injusticias han pasado en nuestra cruda historia). En la vida real, los errores se pagan y, muchas veces, el precio es el más alto. Los errores de Ned y su heredero, si los pensamos bien, son imperdonables, aunque nos duela tanto ver las consecuencias. Por ahora cierro con un recordatorio: no sólo los buenos cometen errores…
Momentos destacados:
Michelle Fairley: Mucha gente, sobre todo fanáticos de los libros, nunca encontraron a esta actriz como la elección apropiada para Catelyn Stark y ¡sí que se equivocaron! Una actuación digna de aclamación, fuerte y desgarradora a la vez.
Grey Wind: La muerte de otro de los lobos Stark, puedo decir que fue un momento tan doloroso como la muerte de Catelyn y Robb.
Arya: Quedamos a la espera de más aventuras de Arya con el Hound.
Roose Bolton: ¡Maldito sádico!
Jon Snow: A nadie le molesta ver un poco de Jon Snow en cada capítulo. En este enfrentó una encrucijada muy importante, que se vio completamente opacada, por razones obvias. Quiero reconocer el trabajo de Mackenzie Crook como Orell, simplemente excelente.
Bran y compañía: Comienza lo bueno de la historia de Bran y vale destacar que fue agradable ver a Rickon hablar un poco, para variar.
Daenerys: Dos palabras: Daario Naharis… Pobre Ser Jorah Mormont.
Rains of Castamere es fácilmente de los mejores episodios de una serie de televisión que he visto en mi vida. Lo único que no me gustó fue la forma tan estúpida en que Jon Snow se delató ante los salvajes al negarse a matar al viejo ese.
Digo… ¿en serio?
¿Estamos hablando del mismo Jon Snow que mató a Quorin a fin de poder infiltrarse dentro de los wildlings?
O sea, mató a uno de los hombres de negro a fin de poder entrar ahí… ¿y titubea a la hora de matar a un viejo random que cuida caballos, un viejo al que de todos modos iban a matar sí o sí?
¿En fucking serio?
Dejando eso de lado, el resto del episodio: impecable.