The Cloverfield Paradox: Un espléndido marketing, pero ¿y la película?

Daniel Matarrita
Daniel Matarrita

 

 

 

Un marketing puede vender o enterrar una película. Pero la forma obvia de hacer marketing de una película es la más sencilla al mismo tiempo.

Póster, tráiler, spots para TV, apariciones en Late Shows y ya. Pero el marketing de una película puede ir más allá de simplemente eso. Y justamente en eso, es en lo que el gran J.J Abrams ha sido famoso en los últimos 10 años.
Con técnicas de marketing que ven más allá de lo común, múltiples películas en las que su nombre aparece como productor o en ocasiones como director, el interés de dicha película se ve disparado con la expectativa de lo que vaya a suceder. Sucedió en el 2008 con la Cloverfield y en el 2011 con Super 8.

Más recientemente, en el 2016 para ser más exactos, nos sorprendió con el tráiler 10 Cloverfield Lane, la segunda entrega de esta franquicia la cual apareció casi de la nada sin ningún reporte ni ninguna noticia anterior. Aún más sorprendente que actores del calibre de John Gallagher Jr, Mary Elizabeth Winstead y John Goodman eran los protagonistas y que la fecha de estreno era dos meses después del lanzamiento del trailer.

Desde entonces los medios se han mantenido más anuentes de lo que puede ser otro proyecto secreto de parte de Bad Robot Productions. Y desde el estreno de 10 Cloverfield Lane ya se hablaba de el siguiente proyecto que tenía como nombre en ese entonces God’s Particle. Habían rumores de actores y actrices que estaban siendo considerados pero nada era certero. Aparte de eso, hubieron problemas con la fecha de lanzamiento, siendo atrasada en varias ocasiones y a finales de enero habiendo rumores de que Netflix estaba en negociaciones para comprar los derechos de la película.

Lo que no esperábamos era lo que iba a suceder este pasado domingo durante el Super Bowl.

Un tráiler de 30 segundos, de una película con la palabra Cloverfield en el título, que dicho sea de paso parece que va a explicar la existencia del temible monstruo de la primera película, ah y va a ser estrenada esa misma noche, al final del gran juego por medio de Netflix.

En cuestión de 24 horas apareció póster, tráiler, película y reseñas de una película.

Eso es hacer un excelente marketing. Obvio las redes sociales iban a explotar con dicha noticia. Nunca antes se había visto algo similar y la expectativa estaba por las nubes.

Pero, ¿valió la pena?

Me duele decirlo, pero no.

Ok, vamos por partes.

La película no es una pésima película. Se puede considerar como decente.

Una película decente. Lo cual no creo que sea suficiente poniéndose a un lado de sus predecesoras.

Ok, empecemos por la pregunta más sencilla, ¿de qué trata The Cloverfield Paradox?

La historia sigue a un grupo de astronautas que al intentar resolver la crisis de energía que tiene la Tierra usando un acelerador de partículas en una estación espacial, empiezan a tener problemas, al parecer inexplicables, en la nave y con los mismos tripulantes.

Lo mejor de la película es exactamente lo que se logra ver en el tráiler.

Si bien las actuaciones son buenas, pero cómo no serlas con Daniel Brühl (Inglorious Basterds), David Oyelowo (Selma) y Gugu Mbatha-Raw (Black Mirror) como protagonistas.

Incluso Chris O’Dowd (The IT Crowd) tiene una buena participación siendo un comic relief que en ocasiones cumple.

El problema en su mayoría se puede encontrar con el guion, el cual en algunas ocasiones se siente que quiere ser muy ambicioso pero no termina la idea. En otras ocasiones, aunque deja preguntas (o set-ups) muy interesantes, los resultados no son muy satisfactorios o incluso no llegan a haber resultados del todo.

Incluso cuenta una historia que no tiene ninguna razón de existir en la película ya que no lleva a ningún lado (cuando la vean, van a entender a qué me refiero).

El otro problema que le encuentro es que, a pesar de intentar dar explicaciones y conectar todas las películas por el mismo hilo, en este aspecto también falla, dejando muchas más preguntas que respuestas y dejando a nosotros los fans más confundidos de lo que ya estábamos (aspecto que obviamente no tenía que suceder aquí).

Entre no estar en claro en qué año sucede esto realmente comparándolo con la película original y esta, las cuales técnicamente deberían suceder en el mismo año, pero a pesar de todo hay personajes con smartphones que no existían en el 2008, e incoherencias en el origen del famoso monstruo, no da una respuesta muy clara en este intento.

Como una película de ciencia ficción sola y sin ser parte de una franquicia se podría sostener un poco mejor, a pesar de que la historia del espacio ya se ha visto múltiples veces en otros medios y con mejor calidad, pero logra ser aceptable.

El problema llega cuando se pone como pieza de rompecabezas y simplemente no calza con lo que ya conocíamos de esta franquicia.

The Cloverfield Paradox
The Cloverfield Paradox

Esperamos que con este fallo, aprendan de los errores y la próxima vez que nos encontremos con otra película de esta creciente franquicia, nos vuelva a emocionar como lo hicieron estas representaciones en años anteriores.

Calificación: 5

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