Search Party, un intrigante suceso como metáfora hacia una búsqueda interna

Alfredo Cordero
Alfredo Cordero

 

 

 

Mientras Gilmore Girls: A Year in the Life fue el máximo tema de conversación en la última semana, Search Party se estrenó en TBS, pasando inadvertida bajo el radar de muchos (después de todo, es TBS, no Netflix) y claro, yo me dediqué a ver todos los episodios, pues la premisa y altas críticas me llamaron fuertemente la atención. Gracias a esta serie, Alia Shawkat se despoja un poco de su rol como Maeby Fünke, en su primer protagónico. Es una serie perfecta para los que buscan un buen enigma, y así ir armándolo como un rompecabezas a lo largo de 10 capítulos, junto a los personajes. Ideal además para los que disfrutan de un tipo de humor burlista y directo.

Dory y sus aliados

Shawkat encarna a Dory Stewart, asistente de una yuppie ama de casa, quien se obsesiona con la desaparición de una de sus compañeras de la universidad, Chantal Witherbottom, a pesar de que nunca se relacionaron mucho. Gracias a esto, su vida de repente se llena de emoción y convierte este caso en su misión personal, ceñida en devolverla a su familia, con la ayuda de su singular grupo de amigos veinteañeros. Estos son Portia (Meredith Hagner, y sí, Portia como Portia de Rossi, la mamá de Shawkat en Arrested Development), actriz y quizás la estereotípica airhead, Elliott (John Early), extravagante y manipulador, y su inocentón y fácilmente ofendido novio Drew (John Reynolds).

Search Party
Portia, Drew, Dory, Elliott y Julian

Concentrado en Brooklyn, es el epítome de una sátira a todo lo millennial. Es seguramente lo que Girls hubiera sido, si Lena Dunham no se hubiera tomado a los personajes tan en serio. En un inicio el grupo de amigos es presentado como caricaturesco y realmente apático, contrastando fuertemente con el naturalismo de Dory. Sin embargo, poco a poco se van derribando esas etiquetas que tanto los restringen, y la audiencia puede llegar a entender las motivaciones detrás de su comportamiento. Así es como se transforman en los aliados perfectos para Dory en su ardua tarea.

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Imposible de encasillar en un solo género

Desde Bored to Death no ha habido una buena comedia de misterio, e inclusive ha sido llamada por muchos como su sucesora espiritual. En realidad, es una combinación pocas veces vista, pero el tono ambivalente se mantiene, principalmente gracias a ese toque especial que le brindan los creadores Sarah-Violet Bliss, Charles Rogers y Michael Showalter (de la fama de Wet Hot American Summer). Todos los elementos recurrentes en una saga de detectives están presentes: una mujer que sabe más de la cuenta, un investigador privado con un gran secreto, etc. Además, la serie posee dinamismo, cambiando de locación siempre que sea posible, normalmente en búsqueda de pistas (un episodio entero es en la vigilia de Chantal y otro en una tienda, sirviendo como reunión para un culto secreto, por ejemplo).

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Con un balance nivelado de suspenso, thriller detectivesco, drama puro, comedia tipo screwball, y situaciones incómodas, es de lo mejor y más completo que he visto este año ¡y qué tarde que llegó! También hay mucha cringe comedy, especialmente cuando Dory interactúa con el círculo de personas cercanas a Chantal, tales como sus padres, su hermana o inclusive su ex novio. Ellos simplemente no entienden quién demontres es ella y el porqué de su repentina obsesión. Los títulos de los episodios son muy llamativos y se remontan a los conocidos libros de Misterios de Nancy Drew: “The Woman Who Knew Too Much”, “The Mystery of the Golden Charm” o “The Secret of the Sinister Ceremony”, por mencionar tres.

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Es fácil entender por qué estrenaron todos los episodios en conjunto: uno no puede parar hasta saber cómo se resuelve todo. Les puedo asegurar que el final es divisivo, pero revelador y por lo menos para mí, satisfactorio e inesperado. Se nota que los creadores tenían esa resolución en mente desde un principio, y por eso vale la pena llegar hasta ese momento. Aún así, el camino recorrido también se disfruta muchísimo y por eso la estoy recomendando.

Escribí hace poco sobre más casos de desaparición en la cultura popular aquí.

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