Las historias que giran en torno a la realeza han perdurado por años, encantando a generaciones de aficionados o quizá expertos en historia o ciencias políticas. Desde relatos fantasiosos al mejor estilo princesas de Disney hasta semblanzas basadas en personajes verdaderos como la princesa Diana de Gales; esta fascinación tiene un origen bastante antiguo y es posible que casi cualquier persona pueda citar al menos el nombre de un par de reyes o reinas.
Si sos amante de las series con drama británico y además considerás que la moda y el buen vestir son razones importantes a la hora de ver una serie, no podés perderte The Crown. Recién estrenada por Netflix, esta serie histórica relata cómo llegó a reinar la soberana más vieja que existe en el mundo en la actualidad: la reina Isabel II. Hoy te comparto 5 razones para enamorarte de ella.
Peter Morgan, el rey del relato monárquico
Nacido en Londres, este escritor y productor ha vivido obsesionado con la realeza durante casi toda su vida. Sus escritos históricos han llegado a la pantalla grande en varias ocasiones, siendo La Reina y El último Rey de Escocia dos buenos ejemplos de una narrativa estructurada que funciona muy bien para adaptaciones al cine. The Crown, creada y escrita por él en su totalidad, está basada en The Audience, una obra de teatro reconocida en Londres y Broadway estelarizada por nadie más y nadie menos que Helen Mirren. The Crown generó expectativas lo suficientemente altas desde antes de estrenarse, gracias a la marca de Peter Morgan.
Hans Zimmer, un genio viviente
Ni siquiera considero necesario explicar por qué cualquier producción que tenga la música de Hans Zimmer alcanza el éxito casi de forma instantánea. Los ejemplos de su trabajo sobran y seguramente lo has escuchado muchas veces, quizá sin darte cuenta: El Rey León, La delgada línea roja, Gladiador, El último Samurai, Inception e Interstellar son algunas películas con su música. En The Crown (y con la ayuda de Rupert Gregson-Williams) Zimmer alcanza la perfección pues armonizan de manera maravillosa la música con los momentos clave en la historia; una verdadera obra de arte para los sentidos.
Está inspirada en hechos históricos
Al ver The Crown, varias veces te preguntarás sobre su veracidad. Si bien es cierto estamos frente a una representación de la vida personal de una figura pública que ha logrado mantener detalles personales de su vida en secreto, las situaciones más importantes expuestas en The Crown fueron verificadas por Peter Morgan (¡quién mejor que él para esto!) y el equipo de producción, con investigación adecuada. También se les solicitó a los actores que leyeran biografías, observaran documentales y hasta que se capacitaran con expertos en etiqueta para llevar a cabo las interpretaciones de manera convincente. La serie no solo se enfoca en la historia de Isabel y su familia, también en intrincadas situaciones políticas que sucedieron en Inglaterra en los años cincuenta, donde se vio involucrada la familia real. Básicamente, podría decirse que The Crown se acerca más a House of Cards que a Downton Abbey, serie con la que está siendo comparada gracias a detalles similares de producción.
Y si hablamos de sus actores principales, Claire Foy interpreta a Isabel de manera convincente y esto podría valerle una nominación a los Emmy del próximo año. Es importante resaltar a John Lithgow como Winston Churchill y Jared Harris como el rey Jorge VI. Mención especial a Matt Smith como Philip, esposo de Isabel y duque de Edinburgo, a quien los whovians recordamos con cariño por su memorable participación en Doctor Who.
Escenario y vestuario hermosos
La moda juega un papel importante en esta serie, pues la diseñadora del vestuario en The Crown es Michele Clapton, quien también ha diseñado para Game of Thrones y algunas mini series británicas como The Devil’s Whore y Sense and Sensibility. Una cantidad considerable de inversión se destinó para cuidar cada detalle de manera cuidadosa con réplicas exactas de trajes de la época y hasta un broche igual al que la reina sigue usando hoy en día. En cuanto a escenarios, aparte de la utilización de lugares verdaderos para filmar, el diseñador de producción Martin Childs (ganador de un premio Oscar por su trabajo en Shakespeare in Love) fue el encargado de recrear recintos históricos como la habitación de Isabel o las oficinas del palacio de Buckingham y el número 10 de Downing Street.
Complemento a otras producciones
Si ya querés hacer un viaje completo a través de la historia de la familia real, podés empezar con The King’s Speech (especialmente porque los primeros tres episodios de esta serie son como su secuela), seguir con Diana (película del 2013 inspirada en Lady Di, estelarizada por Naomi Watts) y finalizar con La Reina mientras esperás por el estreno de la segunda temporada de The Crown. La buena noticia es que se proyecta que la producción conste de 6 temporadas, así que tendremos bastante con qué entretenernos en las próximas entregas.
Está claro que, en pleno Siglo XXI, ya raya en lo absurdo que existan todavía monarquías vigentes en el mundo, prueba de ello es la constante crítica fundamentada hacia estas formas de gobierno que simbolizan la división de clases sociales y la creciente desaprobación de los ciudadanos de estos países hacia conductas mal vistas que miembros de la realeza muestran públicamente, por ejemplo, el rey Juan Carlos cazando elefantes, o el príncipe Harry vestido de Nazi.
Por suerte, la tele y el cine (y Netflix, en este caso) siempre llegarán al rescate para complacernos con producciones como The Crown, que nos invitan a conocer el “detrás de escena” que no estamos habituados a ver en noticieros y prensa rosa. Finalmente, te dejo aquí el tráiler oficial de la serie, por si te falta algo más para convencerte.
