Batman: The Killing Joke ha sido una de las historias más emblemáticas del caballero de la noche desde su lanzamiento en 1988. Alan Moore, conocido por ser el autor de V for Vendetta y Watchmen, fue la mente detrás de esta historia que muestra una batalla tanto física como psicológica entre Batman y el Joker, éste intentando mostrarle a Bats que cualquiera puede caer en la locura tal como le pasó a el.
Esta historia no ha sido acogida como una de las mejores sólo por los fans, tanto Tim Burton como Christopher Nolan han mencionado más de una vez que esta historia ha sido de influencia en sus respectivas películas. Al igual, Mark Hamill, quien ha sido la voz del Joker en diferentes películas y series, dijo en el 2011 que con Arkham City, iba a ser la última vez que interpretaría a este personaje a menos que en algún momento se hiciera la película de The Killing Joke.
Y pues, al final sucedió la esperada adaptación.
Con un equipo del calibre de Brian Azzarello como guionista, Bruce Timm produciendo y con las voces de los personajes principales de la serie animada de los 90’s Kevin Conroy como Batman y Mark Hamill como el emblemático Joker. Aparte de eso, Tara Strong es parte de la película como Barbara Gordon y Ray Wise como el Comisionado Gordon.
Aparte de esto, esta sería la primera película de DC Universe Animated en ser recomendada para mayores de 18 años.
Dada la reacción del público, fue anunciado que la película tendría al menos una función en los cines de varios países, días antes de su estreno en DVD y Blu-Ray (siendo el 2 de Agosto).
En fin, un proyecto tan ambicioso como este tiene todo para ser una obra de arte. Pero, ¿lo terminó siendo?
Bueno, lo primero que se puede decir es que está lejos de ser una obra de arte.
Para empezar, y es lo que muchos hemos señalados, es un prólogo contando una historia de Barbara Gordon siendo la compañera de Batman como Batgirl.
El prólogo es innecesario y solo funciona para que la historia adaptada no sea una película de 45 minutos.
Se intenta darle un backstory al personaje de Barbara y lograr un impacto en cara a lo que sucede en la historia principal pero al final, no logra más que objetizar al personaje y dejar a Batgirl como una personaje muy cliché.
Luego de estos 25 minutos, empieza la historia que ya conocíamos y amábamos.
Y en este caso levanta un poco la película por dos razones.
Sí, estas dos razones.
Aunque ya habíamos visto a Batman durante el prólogo, escuchar grandes frases de la historia de Alan Moore dichas por Kevin Conroy, quien para muchos ES Batman, es algo que solo habíamos soñado.
Al igual, con Hamill, siempre es un placer escucharlo y es bastante interesante escuchar la voz del Joker antes de ser el Joker. Una voz más calmada pero llena de inseguridad.
Por mucho, las voces de estos dos se mantienen como de las mejores cosas de la película.
La película se mantiene muy fiel al comic, adaptando página por página y panel por panel. El dialogo también se mantiene igual. Pero a pesar de que sea una adaptación tan fiel al trabajo original, aun así, se siente un poco vacía.
Sí, es bastante épico escuchar el famoso speech de “I wanna talk…” de Batman, o el “All it takes is one bad day…” del Joker, pero la dirección de la película hace que todo se sienta muy apresurado y no deja sentir el momento y el golpe psicológico que algunos momentos pudieron haber tenido.
La animación al igual, tiene sus buenos momentos, donde aunque sea animación en 2D logra un realismo espeluznante, pero desgraciadamente, hay escenas que recuerdan las malas animaciones de Dragon Ball Super.
El final se mantiene igual de ambiguo que en el comic, lo cual puede molestar a algunos que no conozcan nada de esta historia.
En fin, aunque The Killing Joke es una adaptación muy fiel a su fuente, no logra plasmar en la pantalla el asombro, la crudeza y todos los sentimientos que se sienten cuando se lee la historia original. Una oportunidad desaprovechada al final.
Similar a la otra película de DC, Batman V Superman, las actuaciones (aunque sea de voces) de Kevin Conroy y Mark Hamill son los que hacen de esta película algo rescatable.
