Por Luis Sáenz
Lo sé, lo sé, llego un poco tarde a la fiesta. La serie terminó el año pasado y al final no tuvo el cierre que todo el mundo esperaba, sin embargo, es uno de esos shows con los que me siento identificado, no tanto en el uso de pastillas, sino porque los personajes con problemas grandes son un imán para personas como yo. Para ponerlo de manera simple, Nurse Jackie es como House, con un poco de Scrubs.
Siendo así, vamos a hacer un repaso rápido de toda la serie, obviamente con spoilers, pero como dije, terminó el año pasado.
Personajes
La serie se basa en la vida tortuosa y complicada de Jackie Peyton, interpretada por la aclamada Edie Falco. Tal vez la recuerden como Carmela Soprano. Ella solo trata de sacar adelante a su familia, a la que por sus acciones la echa a perder poco a poco.
En el hospital se encuentra a Zoey Barkow, interpretada por la ganadora de un Emmy, Merritt Wever. Un personaje bastante único y “peculiar”. Viene siendo como su principal aliada con un bisturí en la mano; piensen en un Robin con scrubs. Ella va evolucionando de manera interesante sin cambiar nunca su esencia. Mi personaje favorito en toda la serie.
Por otro lado, está Gloria Akalitus, directora del departamento de Emergencias del hospital. Anna Deavere le da vida a este personaje, pero tal vez la recuerden más en su papel de The West Wing.
La última persona que forma parte de esta espiral de destrucción es Eddie Walzer, el farmacéutico interpretado por Paul Schulze, quien es la persona más complaciente con Jackie. Él le da las pastillas para seguir con su adicción. Muy a pesar de él, siempre está y estará enamorada de ella.
Trama
Lo que me gusta de esta serie es cómo logran jugar con las emociones de los espectadores. En primera estancia se ve como Jackie trata de esconder su problema escondiendo pastillas en toda la casa. En los tomas eléctricos, dentro de las gavetas, en el bolso, dentro del control de la tele, debajo de la almohada. Por alguna razón uno siempre está de lado de ella, sin importar que está destruyendo su vida poco a poco.
La serie te hace creer que Jackie va a cambiar en algún momento, o que por lo menos se va a dar cuenta de que está dañando a su familia. Pero creo que eso nunca llega a entenderlo completamente. Por eso les digo que me encanta Nurse Jackie.
Los errores la han llevado a que las personas que están cerca se vayan alejando poco a poco, especialmente su familia. Un esposo medio lunático y una hija adolescente son elementos en su vida que solo empeoran las circunstancias.
Después de pasar por un corto período en rehabilitación (que ella misma termina antes de tiempo), logra “estar sobria”. Aunque como cualquier buen adicto, no le duró mucho, ya que cuando cumplió un año de sobria lo celebró tomándose una pastilla como para no aburrirse en la ceremonia.
Todo esto la lleva a la misma espiral de destrucción que siempre la ha caracterizado. Chocar un carro, salir volada por los aires y hacer una marcha con todas las enfermeras son solo parte de las muchas locuras que la hacen tan especial. Aun dentro del abismo, hay personas que siguen ahí para ella, aunque no se da cuenta, o por lo menos lo ignora. Me encantaría contarles, todos los momentos en los que metió la pata, o cuántas veces quise golpearla en la cara, pero creo que ese el punto. Hacer que las personas del otro lado de la tele sientan algo, aunque sea gran enojo.
Cómo les comenté al principio, el final no es el que todos estábamos esperando ya que quedó muy corto. No era un final bueno, para una serie sobresaliente como Nurse Jackie. Si los finales felices no son lo mío, mucho menos los finales abiertos. Malditos escritores.
Sin embargo, si hay algo hay que reconocer es que Nurse Jackie es una excelente serie que, a pesar de las situaciones realmente graciosas, es sumamente humana. Los alegrías que contrastan con todas las cosas malas que le suceden a su protagonista, la convierten en digna candidata de ocupar un lugar importante en el top de series favoritas de cualquiera.
