Por Andrea Jiménez
Nuestras vidas, como buenos latinoamericanos, han estado marcadas por las telenovelas. Han sido legado de generaciones y esfuerzo de horas por parte de nuestras madres, tías y abuelas para inculcarnos devoción por ellas. Existen muchos factores que impactaron de manera inconsciente nuestras vidas; un ejemplo son las canciones de entrada de telenovela que seguramente si ponen alguna te la sabes completa (en este caso sabrás que si escuchas esa canción otra vez y no está la telenovela quiere decir dos cosas: o vendrá por parte de tu madre o es algún gusto culposo tuyo que viene en tu lista de reproducción).
Otro factor con el que influyen las telenovelas en tu vida, es el tipo de persona que te gusta ahora. Inconscientemente, ya seas hombre o mujer, tenías un crush con algún personaje de novela, y sí, podrás ver relación entre esos galanes de novela y las personas que buscas ahora. Y otro punto que tocaremos el día de hoy es que gracias a las telenovelas aprendimos a ser desconfiados en la vida, debido a las traiciones desgarradoras a las que hemos sido expuestos desde temprana edad. La próxima vez que vayas al psicólogo podrás echarle la culpa a los famosos “culebrones” donde te destrozan una y otra vez el corazón. En fin, aquí una rápida recopilación de algunas de las traiciones más significativas en la historia de las telenovelas.
4. ESA HEMBRA ES MALA
Claro que empezamos por la traición más común en nuestras vidas y tema recurrente en las telenovelas. Estamos hablando de aquellas traiciones donde el amor, interés económico y pobreza se ven conjuntadas en un personaje encarnado por una mujer que es la más bella del barrio. En este caso estamos hablando de Teresa, esa mujer interesada, hermosa, de un barrio humilde y con ganas de progresar en la vida a través de sus encantos. Esta mujer come hombres, mujer fatal con una belleza que destacaba hasta en las más altas esferas de la sociedad mexicana, traiciona a su novio fiel hermoso, el que la llevaba a dar paseos al parque de Chapultepec y comprarle su helado dominguero se convertirá más adelante en hombre cuernudo y obsesionado. ¿Por qué? Todo por un hombre adinerado, muy guapo y abogado exitoso: el profesor de Teresa (cabe recalcar que hablamos de nada más ni nada menos que el hermoso semidios Sebastián Ruli). Sí, empiezan las traiciones con algo que seguramente has visto en la vida diaria, el típico trueque del novio pobre con futuro por el señor exitoso.
Eres mala Teresa.
3. LA DUEÑA
Otro momento de desamor y traición viene a continuación. Pero, ¿el factor traicionero se da por interés? NO.
Ahora la traición y engaño viene al principio de la telenovela, lo que justifica a Lucerito hacerse la mujer fuerte y dura a la que más adelante, como en cualquier novela, le llegarán al corazón, pero no hablaremos de eso todavía, volvamos a la traición.
Lucerito a punto de llegar al altar cuando era buena tipa todavía en el guión de novela, fue engañada por el novio con, nada más y nada menos, la prima que vivía en el rancho y sobrevivía gracias al trabajo de la hacienda que hacía Lucerito (mantenida). Obviamente, nuestra querida Lucero en este punto de la historia hace arder Troya, rompe su compromiso con el hombre de cascos ligeros pero a la prima la perdona. ¿Qué te pasa Lucerito?
2. ¿DÓNDE QUEDÓ LA MANITA?
Hablamos de El Manantial. Esta novela estelarizada por Adela Noriega y Mauricio Islas nos enseñó que es difícil que el amor retoñe en un pueblo donde tus familias están peleadas a lo Shakespeare. Pero, ¿por qué inició este odio digno de un clásico de la literatura? Todo empieza cuando nuestros protagonistas son bebés y sus padres tienen un romance empedernido.
Sí, efectivamente, la mamá de Adela Noriega era amante del padre de Mauricio Islas ¡qué fuerte! Pero no nos impacta una infidelidad para que esté en la lista, lo que impacta es lo que sucede a continuación: al ser descubiertos los amantes en pleno romance a la lejanía del pueblo por el esposo de la madre; éste, furioso ¡amenaza con un machete! Corta el brazo del amante, pero ahí no se acaba el drama, NO. Los amantes, a pesar que uno ya no cuenta con un brazo, logran matar al esposo. En este momento, compadecimos todos al pobre esposo que además de haber sido engañado terminó muerto en manos de la mujer. Eso no es de Dios.
1. DESAYUNO NO ES EN TIFANNY’S. VERSIÓN MALÉVOLA
¿Cómo podemos olvidar a una de las villanas más queridas y recordadas por la televisión? Catalina Creel, que además de haber puesto en tendencia combinar el parche del ojo con la vestimenta del día a día, nos enseñó lo que realmente era ser una mujer despiadada. Pero ¿cómo? Esta mujer era tan mala que desde el principio de la novela inaugura sus fechorías con una muy grande: el sueño de cualquier mujer casada despiadada. Ella, desayunando con su marido multimillonario, aprovecha que al hombre le gusta tomar su juguito de naranja en las mañanas para ponerle un veneno letal que lo matará y lo quitará del camino para siempre. Esta mujer ni a su pareja respetó por ambición y lo peor de todo, el esposo salió pagando por la reina de las traiciones en las telenovelas.
En fin, después de ver algunas traiciones telenoveleras podemos decir que aprendimos que por lo menos el karma existe a partir del capítulo 178 del guión y que, en la mayoría de casos, los protagonistas superan estas traiciones victoriosos. Existe una luz al final del túnel.
Por supuesto esta recopilación rápida deja a un lado otra infinidad de traiciones. Y a ustedes ¿cuál traición de telenovela les afectó más?
