La semana pasada hablamos sobre películas cuyas historias giran en torno al fin del mundo, hoy quisiera darle continuidad al tema y dedicar este espacio a un animé noventero que se convirtió en una importante referencia en materia de historias post-apocalípticas: Neon Genesis Evangelion.

Como una de las sagas más reconocidas, existen algunos factores que la posicionan en un lugar importante dentro de la memoria colectiva de los seguidores (y no tan seguidores) del género animé, ya sea por la estética de su animación o por el contenido oscuro y confuso de la historia en sí. En otras palabras, la serie tiene muchísimos fans, pero también muchísimos detractores; después de verla uno la ama, la odia o simplemente no la entiende.

Considero que la única manera de hacerse una opinión fundamentada sobre NGE es darse la oportunidad y observarla en la totalidad de sus 26 episodios sin prejuicios y con mente abierta, en medida de lo posible.  También complementarla con al menos una de las películas que vinieron después del último episodio (recomiendo The End of Evangelion).

Yo tengo tres buenas razones para gustar de este animé, y las comparto ustedes, ¡al rato y coincidimos!

El argumento

Nos ubica en el año 2015, en una versión futurista de Tokio llamada Tokio-3. Quince años antes, unos misteriosos seres conocidos como Angeles provocaron una catástrofe llamada El Segundo Impacto, que redujo a la mitad la población humana en la Tierra.  Para prevenir futuros ataques de estos seres, la ONU instauró en esta ciudad una organización llamada NERV que construyó unos gigantes biomecánicos llamados Evangelion, capacitados para librar intensas peleas.  Estos seres solo pueden ser conducidos por adolescentes, por lo que los principales protagonistas de la serie son los pilotos de los EVA.  La ciudad Tokio-3 posee un mecanismo que facilita ocultarla antes del inminente ataque de un Angel, permitiendo salvaguardar a sus habitantes mientras ocurren las batallas entre los EVA y sus antagonistas.  Conforme va avanzando la historia, somos testigos de múltiples ataques por parte de Angeles de todos tamaños y formas, también el declive emocional y psicológico de los personajes humanos lo cual constituye una de las características más alabadas y criticadas de Neon Genesis Evangelion pues hacia su final, la serie se vuelve más introspectiva y filosófica.

La intro de Evangelion está en mi lista de intros favoritas, no solamente por la rápida sucesión de imágenes cuidadosamente seleccionadas para no representar peligro de spoilers sino por el tema musical, enérgico y armonioso.

Los EVA

Simplemente fascinantes, bastante cercanos a conocidos exponentes del género mecha en el animé.  Es muy fácil verlos como robots gigantes, pero su composición biológica facilita la sincronización de sus funcionalidades y extremidades con el alma de los pilotos.  Un EVA carece de estímulos propios, por lo que sus movimientos dependen de los impulsos nerviosos de cada conductor y esto resulta en algo así como un intercambio de impulsos y sensaciones, porque si un EVA es dañado seriamente, el piloto puede experimentar dolor y en el más fatal de los escenarios, morir.  Los EVA tienen armas integradas en sus armaduras, esto les ayuda a pelear de manera más eficaz, también son capaces de realizar movimientos sobrehumanos como saltos a gran altura.  En la serie veremos especialmente tres EVA: la Unidad 00, piloteada por Rei Ayanami; Unidad 01, piloteada por Shinji Ikari y la Unidad 02, piloteada por Asuka Langley Soryu.

Esta es quizá la mejor escena de pelea sincronizada de la serie. ¿Recuerdan Pacific Rim? no cuesta imaginar de dónde sacaron la inspiración para las escenas de Jaegers vs Kaijus.

Children

Así se les llama a los adolescentes protagonistas de la historia, los pilotos de los EVA.  No soy particularmente fan de ninguno en especial, pues son personajes seriamente perturbados y enfermizos; sin embargo ellos son pieza clave en el desarrollo de la trama y en su desenlace. Me referiré a los tres principales.

Shinji Ikari es un joven de 14 años hijo de Gendō Ikari, científico comandante de NERV.  Alrededor de Shinji se generan las demás historias. Al principio es una persona muy insegura y pasiva, pero gracias a que se empieza a relacionar con los otros personajes, se acepta a sí mismo y se vuelve capaz de tomar decisiones.  Según Hideaki Anno (creador de la serie) Shinji es quien mejor lo refleja a él, tanto consciente como inconscientemente.

Rei Ayanami es talvez el personaje más icónico de Neon Genesis Evangelion.  Carente de expresividad, su aura de misterio origina muchas de las preguntas que uno se formula en la mayoría de episodios.  Rei también es considerada un prototipo de mujer bastante utilizado en el animé: la chica enigmática y extrañamente atractiva.  Su pasado es desconocido y representa la constante búsqueda de identidad con la cual se puede sentir identificada la audiencia.

Asuka Langley Sōryū es de origen germano-nipón-estadounidense. Su temperamento es volátil, totalmente lo opuesto a Shinji y Rei, por lo que es muy común verla quejarse de ellos.  Llega a tener una relación amor/odio con Shinji, quien encuentra muy difícil comprender su acelerado anhelo de alcanzar la adultez.

Neon Genesis Evangelion presenta una fuerte simbología orientada a conceptos religiosos, psicológicos en incluso biológicos, también se nota una fuerte influencia de Sigmund Freud y Arthur C. Clarke, entre otros personajes sobresalientes que de alguna forma tocaron el tema de la evolución de la humanidad. Así mismo, la carga psicológica que se llega a acumular en la serie puede ser realmente difícil de asimilar, ni siquiera puedo describirla debido a su complejidad.  Esto hace que se considere un animé no apto para todo público.

Finalmente, me gustaría cerrar este artículo con un pensamiento externado por el mismo Hideaki Anno y que me parece resume en gran parte a NGE:

«Evangelion es como un rompecabezas. Cualquiera puede verlo y encontrar sus propias respuestas. En otras palabras, permite pensar por sí mismo, de modo que cada uno crea su propio mundo (…) No esperes a que otros te den la respuesta a tus preguntas, que te lo pongan todo delante. Todos tenemos nuestras propias respuestas.»