UN VIAJE POR EL SOUNDTRACK DE MI VIDA: PARTE 2 – “ADOLESCENCIA”

Después de 6 años de lo que se podría llamar niñez topándose con pre-adolescencia, saliendo de la escuela y pasando a lo que sería ahora esa etapa de colegio que no solo marca nuestra vida a nivel de nuevas experiencias, amistades, hobbies, sino que además sería toda una nueva experiencia musical.

Retomando un poco de los últimos años de la escuela y dando un giro por los últimos grandes grupos que influyeron en mi niñez están: Los Fabulosos Cadillacs, especialmente por el que yo creo fue su más majestuoso álbum, el “Fabulosos Calavera”, pasando por un poco de rock-pop de la escuela de MTV, tipo The Cardigans o The Cranberries, hasta el reciente new-metal de Korn o Limp Bizkit.

A partir de ese momento, me permito adentrarlos en el siguiente viaje, parte del soundtrack de mi vida – Segunda Parte: La adolescencia. Con todo lo feo, lo malo, lo peor y algunas joyas invaluables que permanecen hasta el día de hoy.

2000 – 2002

Me llevaron a la dirección por tener portadas de Slipknot en mis cuadernos.

self_titled

A los 13 años (o antitos) empecé a tocar guitarra. Siempre había querido tocar batería, y por ahí de los 11 años me fui volcando a la guitarra (la batería era muy cara, muy ruidosa y no tenía campo para ella en mi casa). Cuando tenía 12 años pedí para Navidad una guitarra eléctrica. Esperé tantísimo por esa Navidad. El 25 de diciembre de 1999 en la mañana recibí una sorpresa, no muy grata: Una guitarra electrónica. Ajá. Como de esas Fisher Price con las que juegan los niños de 6 años. ¡¿En serio?! El nivel de trolling de mis papás no pudo ser mayor, al punto de arruinar mi Navidad del 99. Pero también culpo mi ingenuidad por pensar que de verdad mis papás me iban a dar una guitarra eléctrica a los 12, ¡ni que fuera hija de Dave Grohl! Fue entonces que rogué por clases de guitarra y me conformé con tocar “Reloj no marques las horas” cientos de veces en la guitarra acústica que alguna vez fue de mi mamá. Valió la pena.

spiderman-guitarra

En aquel tiempo el “New Metal” estaba en su máximo auge, y ya había abandonado hace mucho tiempo a los Limp Bizkit, que después sacaron algunas canciones abominables como “Rollin’” (ugh). Como estaba empezando a tocar guitarra me obsesioné con comprar revistas de guitarristas y “rock” en “La Casa de las Revistas” y fue entonces que conocí a Slipknot. Compré el Self-titled y me enamoré, y hoy todavía admito que sigue siendo uno de mis discos preferidos. Me sabía (o me sé) todas las canciones del disco, por supuesto quería imitar y cantar (gritar) como Corey Taylor. Buscaba todo sobre sus vidas. Obviamente estaba enamorada de Joey Jordison (baterista), veía el documental en VHS y descargaba cada versión «rare» o «b-side» de sus canciones, como «Purity» . Realmente solo me enamoré de ese disco, y el primero (con otro cantante), ya el «Iowa» me empezó a desilusionar.

Asimismo, conocí otros grupos como mi adorado Deftones (hasta el día de hoy) y el amor platónico de mi vida: Chino Moreno, a quienes finalmente pude ver en vivo hace como 3 años (uno de los mejores momentos en mi vida, pero después hablaré de eso).Mis discos favoritos en ese momento, definitivamente el «Adrenaline» (1995) y luego, «White Pony» (2000).

Hablando de White Pony, para esa época me enamoré de otro de mis grupos favoritos hasta el día de hoy: Tool. ¿Cómo no amar Tool? ¿Qué clase de persona sería? Para mí uno de los grupos que puede considerar prácticamente cada una de sus canciones una obra de arte. Mis discos favoritos, el «Aenima» (1996) y el «Lateralus» (2001). Maynard James Keenan, te amo. Por supuesto, luego me encantaría A Perfect Circle, pero nada como Tool.

También conocí a Coal Chamber, Mudvayne, Static X, Ill Niño, Otep, Fear Factory, Sepultura, Soulfly, las Kittie, que tuvieron una fuerte influencia en mí y en lo que próximamente iba a hacer con mi vida.

Y me olvidé de algo importante: SYSTEM OF A DOWN. Perdónenme. Pero creo que nunca en la vida JAMÁS ningún grupo sonará como S.O.A.D. Los armenios / gringos más cool de la historia, desarrollando un género completamente nuevo y único.

Al mismo tiempo, los 13 años fueron una época en la que me refugiaba en dos cosas: la música y los videojuegos. Hablamos de que me metí fuerte a jugar juegos de estrategia, como Age Of Empires y Starcraft al punto que nunca iba de vacaciones con mi familia, solo para jugar; además de ese tipo de videojuegos también jugaba FIFA y Tony Hawk Pro Skater. He ahí, una nueva etapa de música, que la verdad, viviría al mismo tiempo que el buen New Metal.

Ya desde antes escuchaba algunos grupos de Punk, tipo NOFX y Strung Out, ambos grupos definirían muchísimo de mis gustos actuales. Y una vez con Tony Hawk y FIFA, en esas tardes de ir a jugar play al café Internet del barrio, pude expandir un poco más mi gusto en este tipo de música con bandas como AFI, Millencolin con su épica “No Cigar”, Bad Religion, y mi muy apreciado Lagwagon con “May 16”. También con Fifa conocí Blur, Fatboy Slim, Apollo 440, Moby y más.

Entre los 13 y 14 años empecé a patinar, a comprarme tenis de esas infladísimas pero tan cool de la época y a vestirme como un chiquito. Recuerdo que en el colegio tenía que usar enagua, y llegaba con moretones en mis piernas todo el tiempo. No era muy buena, así que mejor seguí con la música.

Por supuesto, es importante recordar que además para ese tiempo era súper relevante el elemento MTV, donde conocí grupos que actualmente sigo amando como Blink 182 con “Enema of the State” (1999), No Doubt con “Return of Saturn” (2000), Red Hot Chili Peppers con «Californication» (1999), N.E.R.D. con «In Search Of…» (2001).

En ese tiempo, por otro lado, 979 ponía música increíble y era un gusto escuchar la emisora, donde recuerdo que participaba todas las mañanas Dennis Solera (mi crush adolescente). Recuerdo participar en todas las rifas y concursos, ¡una vez me gané una camiseta de Foo Fighters! Entre los grupos y canciones asombrosas que sonaban en la emisora para ese tiempo, recuerdo claramente: The Smashing Pumpkins, Hole, Tal Bachman, New Radicals, R.E.M., Semisonic, Third Eye Blind, Shawn Mullins, Fionna Apple, Spin Doctors, Better Than Ezra, The Wallflowers, Fast Ball y más grupos que aún sigo escuchando con mucha frecuencia, y que me hacen sentir como mis papás en aquella época cuando escuchaban música vieja y se emocionaban muchísimo. Sí, esa soy yo ahora. Hasta tengo varios playlists de esta música, como «La época dorada de 979» que les comparto:

A los 14 me hice amiga del mae que siempre me había gustado en la escuela y ¡qué sorpresa! compartíamos prácticamente todos los gustos musicales. Él me pasaba música, y yo le pasaba música a él. El romance perfecto. Pero sin romance del todo. Él me enseñó grupos como Chevelle y Strung Out con el «Element Of Sonic Defiance» (2000), el mejor disco (EP), en mi opinión. Canción favorita, «Savant».

Por ahí de mis 14 hice mi primera compra por Internet, donde le rogué a mi papá que me prestara la tarjeta para mandar a pedir el disco «FleshCraft» de un grupo llamado Painface, del primer vocalista de Slipknot. Mi papá lo mandó a traducir y nunca más volvió a mis manos. Fue ahí donde mi papá juró y rejuró que yo estaba en algún tipo de secta satánica (de esas que usaban salsitas) y la pesadilla de mis años adolescentes empezó. Nada más vean el cover del álbum ¿qué podía esperar?

painfacefleshcraftcover

Mis papás nunca fueron sobreprotectores, pero en ese tiempo recuerdo que mis salidas tuvieron que disminuir. A pesar de que en ese tiempo no los soportaba y los culpaba de todos mis males y depresiones, tenían razón de actuar así, y ahora que tengo 27 años, veo para atrás a esa pequeña “punk” que no salía en vacaciones con su familia por quedarse jugando y escuchando música en la computadora y me da ganas de pegarle un manazo.

En fin, Painface ni me gustaba. Pero seguí descargando música, comprar por Internet jamás iba a volver a ser la opción, sino hasta que creciera. En esos tiempos los sistemas de música P2P estaban en lo más y mejor.  Usaba Napster, Limewire, pero mejor aún: SoulSeek (no es un dating site por aquello).  Con Soulseek se podía ingresar a toda la base de datos de los archivos que los usuarios compartían, así si alguien compartía el disco nuevo de Nonpoint, Chimaira o de Nothingface, yo podía ver qué más teníamos en común y descargar grupos nuevos que ni conocía. Ahí pude conocer a la vez muchos más grupos y descargar todos los discos posibles, quemarlos en un disco en blanco y dibujarles encima.

d3570d56-1983-4303-825e-ca0efe2f76ce_2_full

2003 – 2005
I’m in the band!

Hubo 2 cosas que movieron mi vida a partir de acá: los conciertos locales de música nacional y mi primera guitarra eléctrica.

Desde los 14 años comencé a ir bastante a “chivos”. Recuerdo muy bien que el primero al que fui fue en el Liceo de Sto Domingo, con mi amiga Ericka, donde tocaban grupos como Tropa 56 y UFO. Después de esa primera experiencia, todos mis fines de semana se basaban en el chivo que hubiera ese sábado o domingo: Huacas, La Salamandra, el teatro Skené, Luna Roja. Me conocía San José de arriba a abajo por estar yendo cada fin de semana a diferentes “venues” a escuchar grupos como Insano, Deznuke, Broca, Osho, Neo, Calle Dolores, Seed, UFO, Solo Carne, Nada y demás. No podía perderme un RockFest y hasta escribía de vez en cuando para una página llamada La Escapatoria. 

No solo empecé a consumir mucha música nacional, sino que empecé a conocer más gente interesada en lo que a mí me apasionaba: La música. Conforme pasaba el tiempo e iba a conciertos, recuerdo que además de Paola Durán de Skankers, no conocía a ninguna otra mujer que tocara en ningún grupo y se me metió la loca idea de que quería formar mi propio grupo.

Ese mismo año tendría mi primera guitarra: Una Ibanez RG270, gris perlada, hermosa. Le cambié las pastillas por unas Seymour Duncan Dimebucker (las de Dimebag Darrell de Pantera. RIP). Un amplificador Line6 Spider, que todavía tengo y una pedalera Digitech (Zoom). Lo siguiente sería encontrar mis compañeras de grupo.

RG270_grande

Mi mejor amiga se apuntó a tocar el bajo, y luego Siu-Keng, se nos unió a la batería.  Teníamos un grupo y nos llamábamos Loto. Por ser el primer grupo de mujeres en el país, los medios empezaron a tomarnos atención y pronto estaríamos saliendo varias veces en La Nación. Por unos buenos 2 años compusimos unas 10 canciones propias, y tocábamos como 4 covers, entre ellos Brackish de Kittie. Tocábamos prácticamente todos los fines de semana, a veces hasta 2 veces el mismo día. Y ensayábamos todos los domingos en Santa Ana. Lastimosamente todo llega a su fin y al final de mis 17 ya nos habíamos desintegrado.

full

Pero fácilmente puedo decir que fueron unos de los mejores años de mi vida, que me dejaron miles de cosas. Muchísimas personas valiosas que pude conocer, muchas fiestas que me pude pegar joven y que me hicieron crecer más rápido y tal vez, no perderme ninguna clase de Universidad cuando ya era “old enough” para enfiestarme, en ese tiempo conocí a mi primer novio y me enamoré por primera vez y me rompieron el corazón pro primera vez también, y a nivel musical, fui encontrándome un poco más.

Antes de que Loto finalizara, sabía que ya no quería seguir tocando “new-metal” – “hardcore”, si no que con nuevas influencias quería tirarme más a hacer algo entre punk y experimental. Para aquel momento seguía amando algunos excelentes grupos del género (y similares) como Killswitch Engage (el disco “Alive or Just Breathing” es una obra maestra), Shai Hulud, Hatebreed, Opeth, Deftones y Avenged Sevenfold (el Waking The Fallen pudo ser mi favorito de esta época – 2003).

Si puedo rendirle homenaje a un grupo de esta época, sería At The Drive In, uno de mis grupos favoritos de la vida, desde la primera vez que los escuché en Music Match (gracias Direct TV) a mis 13 años, con “One Armed Scissor” me enamoraron para siempre. Luego estuvo Sparta, sí; luego estuvo The Mars Volta, claro; y más tarde Omar Rodríguez se tiraría un montón de proyectos súper experimentales. Pero nada como At The Drive In.

Eventualmente, para mis 17 años empecé a volverme más “suavecita” y escuchaba grupos como Thrice. De Thrice amaba todo antes del Vheissu, en especial el “The Illusion of Safety” (2002), ya que al salir el “Vheissu” sentí que cambiaron en 180 grados, y no lograron cautivarme de nuevo.

También, me obsesioné con grupos como The Used, My Chemical Romance, Emery, Finch, Brand New, y Taking Back Sunday, pero eso es algo que veremos más a fondo en la tercera parte, Elena goes to college.

Para recapitular, puedo decir que esta época sin duda fue la más difícil para mí (y posiblemente para la mayoría de ustedes). Al ser adolescente, uno oye a otros hablar de la pubertad, los cambios, y todo ese montón de “basura” y al final del día nos damos cuenta de que era verdad. Todo era una etapa. Personalmente, mi adolescencia fue dura. No era popular en el colegio, como el 90% de nosotros, pero tampoco fui víctima del “bullying”, sin embargo, en los primeros años tenía la autoestima por debajo del piso. Típico, yo sé. Pero es increíble lo que la música pudo hacer por mí en ese tiempo. Tal vez para otras personas los deportes salvaron su adolescencia, o su vida familiar, o no sé, la iglesia; para mí fue la música, los conciertos, mi guitarra, y los amigos y experiencias que pude ir recolectando en el camino. Tal vez en aquel momento pude haberme quedado de brazos cruzados, esperando a que las cosas vinieran a mí pero por dicha me “tiré al agua” e hice lo que quería. Por dicha tuve además papás que me apoyaron o que al menos me dejaron hacer lo que quería y que confiaron en que lo iba a hacer y no iba a afectar mi vida. Bueno, muchas gracias por haber creído en mí, porque la música sí salvó mi adolescencia.

Comments

comments

Written By
More from Elena Faba

Las 13 mujeres más empoderadas de la televisión

Como cualquier otra mujer profesional, trabajadora y amante de la televisión – además...
Read More

10 Comments

  • Que lindo Elena, la música nos salvó a muchos no crea…
    Lo único es que me da un corto circuito cuando habla de bandas de "sus primeros años de adolescencia" y yo ya estaba manteniendome y borracha por la vida….me cayó un balde de años encima maldita sea!!!!! 🙁
    Con permiso, voy a teñirle las canas a Vini…

  • Pues bueno. En mi adolescencia yo empece por quienes en ese momento llame la santa trinidad: Korn, Deftones e Incubus. Incubus marcaria mi pasado, mi presente y sigue marcando mi futuro. Asi fue como llegur a 89db, asi fue como conoci a tanta gente que ahora puedo llamar amigos(as) y asi he alcanzado sueños.

    De esa epoca recuerdo completamente a Snot (una de mis favoritas en tener un lamentable accidente), Ill Niño, Sevendust, Coal Chamber, Orgy, Filter (banda que amo), Megadeth, Limp Bizkit, Sepultura, Cadillacs, RATM, Tool, SOAD, Slipknot, etc.

    Luego mi rumbo musical se aparto completamente y me fui a escuchar muchas otras cosas que no eran metal, pero siempre regreso a ellas y me transportan a una gran epoca que apesar de tener su mierda, la.musica estuvo ahi para arreglar todo

  • Que chiva poder devolverme a mi adolescencia con la historia de otra persona, ese camino personal (y único) que aún así fue compartido en tantos tramos con otras personas. Fucking cool.
    Volverse suavecito es parte del camino, que se yo. Mis playlists vieja escuela gritan, patean y escupen a mis playlists de ahora, pero igual viven juntos, se quieren, se disfrutan, encantan 😀 (Gracias)

Comenta acá